11 de junio de 2013

ARCANO MAYOR VII


EL CARRO

EL CARRO
Camina por un sendero polvoriento y a lo lejos per­cibe el relincho de un caballo. También advierte el rui­do de un vehículo que avanza con rapidez. Inopina­damente, un carro asoma por la curva y se le acerca a toda velocidad. El conductor no lo ha visto y no hace nada para esquivarlo. Usted se echa a un lado y consi­gue evitar las ruedas del carro. El auriga detiene el ve­hículo y baja rápidamente para comprobar si lo ha atropellado. Le ayuda a levantarse. Usted tiembla lige­ramente pero no está herido. El auriga le dice algo. ¿Qué es? ¿Se ofrece a ayudarle a continuar su Viaje o le pide alguna clase de ayuda? Dé vida a la escena. Ob­serve qué ocurre.
El Auriga sabe adónde va. Las personas que deam­bulan por la vida deprimidas o hastiadas «no tienen ilu­sión por el futuro». En otras palabras, han perdido el rumbo y no saben adónde van. Han perdido de vista sus objetivos. Así pues, la carta del Carro nos insta a definir nuestras metas. ¿Cómo podemos alcanzarlas si nuestra mente cambia de dirección a cada momento? Observe la mirada del Auriga. ¿Hacia dónde mira? ¿Adónde está su futuro? ¡Hacia adelante! ¿Adónde está su pasado?
¡Justo detrás de él!

Un ejercicio sumamente eficaz consiste en sentarse y cerrar los ojos. ¿Adónde está su pasado? ¿Adónde está su futuro? ¿Delante de usted? Ahí es donde debería estar si se considera una persona progresista. Si se halla a su iz­quierda, indica que para llegar al futuro hará un mayor uso de las funciones analíticas: razón, estudio, comunica­ción, expresión oral, etc. Si está a la derecha, significa que los sentimientos, la reacción y la intuición serán el vehículo o el Carro que le conducirá a sus metas futuras.

El Carro nos alerta de que hay que empezar por vivir el presente, el momento actual. El pasado sólo consigue desorientarnos. Para alcanzar sus objetivos futuros, para llegar a ese punto en que pueda llevar a cabo todo aque­llo que desea que ocurra en su vida, intente sumergirse en el siguiente ejercicio.

Tome asiento e imagine todo aquello que le gusta­ría tener en la vida. Todo el amor, la abundancia, la sa­tisfacción que pueda imaginar —y mucho más— está ahí fuera, en el mundo, esperando a que usted esté pre­parado para recibirlo. Sólo hay una cosa en la vida —y sólo una— que puede impedirle ver la meta: su propia «cerca» o barrera. Sitúese en ese momento futuro y mire hacia atrás, hacia el momento presente de su vida. Ahora, mientras observa el sendero que conecta ambos tiempos, haga que todo encaje en su lugar creando los acontecimientos que le aportarán cuanto desea para sí en el futuro.

No es necesario invertir demasiado esfuerzo en el ejercicio. De hecho, cuanto más suave sea el enfoque, mejor. El subconsciente reacciona mejor cuando se lo zarandea suavemente en lugar de presionarlo.

Observando al Auriga comprendemos cuán fáciles pueden ser las cosas si, como él, vamos directamente de A a B. Tuve una divertida experiencia con una camiseta en la que había escrito: « ¡Ve al grano!» Adondequiera que iba, cuando la gente comenzaba a hablarme de algo, al reparar en la camiseta iba directamente al grano. Me preguntaban algo o reían y luego llevaban la conversación por un derrotero totalmente diferente. Era realmente curioso. Otra buena idea es escribir un lema similar y colocarlo sobre el escritorio o la repisa de la chimenea. Pronto comprobará que la gente, al verlo, comienza a relajarse y acaba siendo mucho más direc­ta. Ser de «A a B» es una cualidad refrescante, honesta y liberadora. Creo que tanto los hombres como las muje­res son cada vez más abiertos y directos en sus relacio­nes, aunque quizá no sea más que una percepción per­sonal.

La carta del Carro también habla de fronteras, líneas de demarcación y barreras. Los países tienen fronteras, aunque —como es el caso de Europa— no están prote­gidas como antaño. Las personas cercan sus jardines y crean espacios psicológicos en torno de sus cuerpos. Existe un amplio lenguaje corporal al respecto. Las per­sonas cruzan los brazos cuando sienten que otras inva­den su espacio. También pueden cruzar las piernas, re­troceder ante un individuo agresivo o apretar los labios. Existe incluso la expresión «buenos cercados hacen buenos vecinos». Si no hay cercados, comenzamos a tomarnos libertades con el espacio ajeno y eso genera tirantez.

Se ha observado que la cantidad de espacio personal que precisa un individuo está relacionado con la densi­dad demográfica del área donde ha crecido. Quienes crecen en zonas rurales poco pobladas necesitan más espacio personal que aquellos que se han criado en ciu­dades densamente pobladas.

ASPECTOS NEGATIVOS DEL CARRO
Humor variable, incapaz de concluir una tarea, se siente amenazado.

Demasiado protector, cruel no respeta el espacio personal de los demás, invasor, cerrado, protege los senti­mientos con una armadura, distraído, pesar, incapaz de expresar emociones, inhabilitado, disperso en todas direcciones, a remolque, rechazo peso excesivo/insuficiente, alergias cutáneas, desconectado, emotivo, preocupaciones, confusión, pérdida, ausencia de barreras personales.

PALABRAS CLAVE DEL CARRO
Confrontación, resolución, determinado, hogar dulce hogar, vínculo, maternal, protección, guardaespaldas, egocéntrico, el Altar, fortaleza, estratos, intenciones, selectivo, tenacidad, aprecio, sabe lo que quiere, explorador.

SUGERENCIAS DEL CARRO
Compre prendas o lociones para protegerse el cuerpo y la cabeza del sol y el agua fría. Aísle su casa.

Convierta su espacio en un lugar seguro (la casa, el co­che, etc.).

Acuérdese cada día de su objetivo. Defina su papel o posición en el trabajo, en su casa, con los amigos, etc. Aprenda a prever y evite los problemas antes de que surjan.

Trace fronteras cuando sea necesario. Aprenda a concluir sus tareas. Céntrese en sus objetivos.



¡Es la voz del Gran Chaman!



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