8 de julio de 2013

ARCANO MAYOR X

LA RUEDA DE LA FORTUNA

LA RUEDA DE LA FORTUNA
LA DAMA DE LA SUERTE
¡Piense a lo grande!
ANÓNIMO
Está frente a una gran Rueda que gira lentamente. La Rueda le recuerda los cambios de fortuna que hasta ahora ha sufrido en su Viaje. Le trae a la memoria los momentos buenos y malos. Ahora se da cuenta de que todo encaja, como los diferentes hilos teñidos de un ta­piz. Se imagina subido a esta Rueda y se siente más se­guro para afrontar los problemas que encuentre por el camino, sabedor de que todos se resolverán de un modo u otro. También es consciente de que ya no se alegrará tanto cuando las cosas vayan bien, pues siem­pre habrá tempestades que atravesar.

La Rueda de la Fortuna es un símbolo antiguo que re­presenta la fortuna y la desventura. Tiene muchos nom­bres: Rueda del Destino, Rueda de la Vida o Rueda del Tiempo. La Rueda abarca numerosos aspectos de nues­tra vida. ¿Acaso no nos preguntamos por qué hay perso­nas más afortunadas que otras? ¿Qué nos depara el des­tino? ¿Podemos cambiarlo? ¿O tenemos que vivirlo de nuevo para aprender de él?

A veces, se piensa que la Rueda comprende la suerte y se la compara con la ruleta de los casinos de juego. Si observa a los jugadores profesionales, verá que suelen ser muy supersticiosos. Cambian inopinadamente de mesa si en ella entra a jugar alguien cuyo aspecto no es de su agrado. Entonces deambulan, esperando una se­ñal o un símbolo que les indique dónde jugar e incluso cómo jugar.

La Rueda está en continuo movimiento. La Rueda es, en efecto, la que nos proporciona la movilidad: ruedas para carros y neumáticos para coches y bicicletas. Con la Rueda nos trasladamos de un lugar a otro, de una situación a otra. El principio de la Rueda es: nada per­manece, hemos de evolucionar continuamente y avan­zar con la corriente. Si se estanca en una situación du­rante demasiado tiempo, es evidente que algo va mal. Observe qué puede cambiar para pasar a la siguiente si­tuación o correrá el riesgo de regresar al punto de parti­da. Es por ello que en el siglo XV la gente creía que la Rueda de la Fortuna era sencillamente la representación del dicho: «todo lo que sube, baja». Era una filosofía fantástica.

La Rueda de la Fortuna no nos proporciona forzosa­mente lo que queremos, sino aquello que necesitamos para progresar. En ocasiones parece que perdemos el control, que atravesamos por diferentes incidentes o ex­periencias que a veces carecen de sentido. En muchos aspectos no podemos detener la Rueda, tenemos que recorrerla hasta el final. La Rueda cambia la forma en que manejamos nuestra fortuna.

La buena fortuna se nos presenta de maneras diver­sas. Va unida a nuestros principios de generosidad y prodigalidad. Está relacionada con la grandeza de nuestro espíritu. Algunas personas parecen increíble­mente afortunadas, pero no siempre reparamos en el trabajo y el esfuerzo que han invertido para crear aque­llo que ha ocasionado su buena fortuna.

La fe es otro aspecto de la Rueda. La fe es la capacidad de recuperarse tras sufrir un revés en la vida. Esta característica es comparable a la de una pelota de goma: por muy fuerte que se lance contra el suelo, siem­pre se recupera. Cuanto más fuerte golpea el suelo, ma­yor altura alcanza en el aire.
La Rueda también representa la fe en el futuro. Si la gente no tuviera fe en el futuro, dejaría de procrear, no tomaría en serio sus compromisos e incurriría en enor­mes deudas. La Rueda nos recuerda que hemos de pen­sar en el mañana.

Fue la invención de la Rueda el fenómeno que real­mente puso en marcha el desarrollo de la sociedad hu­mana. Por ejemplo, la rueda hidráulica aprovecha la energía natural de los arroyos y ríos y la transforma para que podamos utilizarla. Con esta energía somos capa­ces de moler grano, generar electricidad, etc.

Muchas personas experimentan los altibajos de la vida como si llevaran un termostato incorporado. Cuan­do las cosas comienzan a ir demasiado bien, el termos­tato se desconecta y corta la energía. Luego, tras un pe­ríodo de calma, el sistema vuelve a ponerse en marcha y las cosas comienzan a funcionar de nuevo. Esto se debe a que, al llegar a la cima de su progreso cíclico, las personas se vuelven arrogantes y derrochadoras y tienden a abusar de los recursos y a pecar de excesiva extravagan­cia. En su fuero interno son conscientes de que están obrando mal y el espíritu empieza a preparar el terreno para un período de escasez durante el cual pueden adquirir otra oportunidad para aprender a valorar el dinero, la amistad, la familia y la lealtad y a percibir la super­ficialidad de los bienes materiales. Se dice que «la soberbia antecede a la caída».

ASPECTOS NEGATIVOS DE LA RUEDA
Demasiado optimista, altibajos, no se le puede molestar con
Detalles , revés, busca la protección del destino, bebe o come en
Exceso, montaña rusa, siempre surgen las mismas dificultades, grandes promesas, olvida las promesas hechas, decrece.

PALABRAS CLAVE DE LA RUEDA
Ciclos, alegre, oportunidades disfrazadas, tranquila, crédula, caridad, lo mejor, obsequio, sentido del humor, prueba de fe, popular/sociable, abundancia.

SUGERENCIAS DE LA RUEDA
Valore su buena fortuna: aprecie lo que tiene. Alégrese de la buena fortuna de los demás. Suba de peldaño en peldaño. No prometa más de lo que puede cumplir. Desarrolle su fe.
Sea moderado en todo lo que haga. Desee buena suerte a los demás. Sea paciente, tenga fe, trabaje con amor y la ayuda le llegará de dentro y de fuera.

¡Es la voz del Gran Chaman!



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