EL LOCO DE LA CARRETERA
Una pareja de
recién casados de un remoto pueblo de Texas estaban de luna de miel. Decidieron
irse a la capital porque no había presupuesto para más. Ya están en el coche,
son las tantas de la madrugada, casi al filo del amanecer; está lloviendo. Para
amenizar el viaje van escuchando las noticias locales que dan desde una pequeña
emisora del condado.
¡Qué mala suerte!; como no podría ser de otra manera se
han quedado sin gasolina. La última gasolinera se la pasaron hace bastantes
kilómetros pero el marido, confiado, pensaba que les llegaría hasta la próxima
estación de servicio. Tras una acalorada discusión, el marido decide salir en
busca de un poco de gasolina para, por lo menos, poder llegar hasta un motel.
La mujer está sola, el ruido de las pequeñas gotas de
lluvia la ponen nerviosa, por lo que sube el volumen de la radio. No tendría
que haberlo hecho porque en ese mismo instante el locutor ofrecía una noticia
de última hora: un loco muy peligroso se ha escapado del manicomio del pueblo
del que partían. Va armado. El nerviosismo se convierte en terror. Para no
seguir escuchando apaga la radio. Pasan varios minutos en los que la mente de la
mujer vuela pensando en su marido.
Este pensamiento es interrumpido por un goteo más intenso
en la parte superior del coche. Después de unos interminables minutos en los
que el goteo no cesaba, la mujer puede ver en el espejo retrovisor las luces de
un coche de policía. Para su sorpresa, el coche de policía se detiene detrás
del coche. Un policía baja y con un megáfono le dice a la mujer que con cuidado
se baje y que no mire hacia atrás en su camino. Ella se baja, se dirige
cautelosamente hacia el policía, pero en el último momento mira hacia detrás.
Ahora es ella quien se encuentra en el manicomio
tras ver la cabeza de su marido goteando sangre en la parte superior del coche
en manos del loco.
¡Es la voz del Gran Chaman!
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