PERDIDA POR LA AVARICIA
En el centro de Córdoba se dice que hay una casa
encantada que encierra un escalofriante misterio.
Al parecer hace muchos años la casa la habitaba una
familia que tenía una hija. Una noche la niña escuchó ruidos provenientes del
pasillo. Al asomarse comprobó que al final del mismo estaba un niño que levantó
una de las losetas, bajo la cual había una especie de sótano pequeño y escondió
algo en el fondo.
Movida por la curiosidad, la niña hizo lo mismo y
descubrió que lo que chico había escondido eran monedas de oro. Todas las
noches, con la complicidad de una criada, la niña recogía las monedas con la
única iluminación de una vela que cada día se iba consumiendo.
Una noche, mientras la niña se encontraba en el interior
del hueco recogiendo las monedas, la vela comenzó a parpadear. Iba a apagarse
de un momento a otro, así que la chica subió rápidamente con su pequeño tesoro.
Pero con las prisas se le cayeron algunas monedas en el interior del hueco.
Aunque la criada intentó que no volviese al escondite, la
niña se introdujo de nuevo en el hueco. En ese justo instante, la vela se apagó
definitivamente y la loseta se cerró dejando a la niña atrapada por debajo del
suelo.
La criada nunca contó lo que había sucedido aquella noche
ni las anteriores y la familia dio a la niña por desaparecida. Los vecinos
aseguran que algunas noches escuchan gritos provenientes de la casa de alguien
que pide auxilio diciendo '¡Por favor...socorro...sacadme de aquí...!'.
¡Es la voz del Gran Chaman!
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